Dave Grohl sorprendió al público durante el segundo fin de semana de Coachella al presentarse inesperadamente junto a la Filarmónica de Los Ángeles, interpretando dos clásicos de Foo Fighters: Everlong y The Sky Is A Neighborhood. El show formó parte del emotivo cierre de la etapa de Gustavo Dudamel como director de la orquesta, tras 17 años al frente, antes de su próximo salto a la Filarmónica de Nueva York.
La presentación fue una celebración repleta de invitados especiales. Cynthia Erivo hizo una poderosa versión de Purple Rain de Prince, y también se sumaron artistas como Laufey, Natasha Bedingfield y Ca7riel & Paco Amoroso. La aparición de Grohl fue especialmente significativa, ya que marcó su regreso al escenario con una canción de Foo Fighters desde el verano pasado.
Ese regreso ocurre en medio de una etapa personal complicada para Grohl, quien recientemente reveló haber tenido una hija fuera de su matrimonio. El músico se disculpó públicamente, asegurando que está trabajando para recuperar la confianza de su familia. Poco después de la noticia, Foo Fighters cancelaron su presentación en el Soundside Music Festival y actualmente no tienen fechas en su calendario.
Grohl, sin embargo, no ha estado alejado completamente de la música. Recientemente, se reunió con sus excompañeros de Nirvana en el FireAid benefit concert, tocando junto a St. Vincent, Kim Gordon, Joan Jett y su hija Violet. También se le vio en el escenario del 50 aniversario de Saturday Night Live, en una presentación junto a Post Malone.
Mientras tanto, Coachella sigue regalando momentos virales y colaboraciones inesperadas. A.G. Cook trajo a Kesha como invitada para Yippee Ki Yay, Lady Gaga tuvo fallas técnicas pero las aprovechó para bromear con el público, y Billie Joe Armstrong de Green Day salió con una gorra de Brat, calmando rumores de conflicto con Charli XCX.
