El mundo de la moda despide a uno de sus íconos más grandes: Giorgio Armani, quien falleció a los 91 años este jueves 4 de septiembre. Reconocido como el “rey de la moda italiana”, el diseñador murió en casa, acompañado de su familia y de Leo Dell’Orco, su pareja en las últimas dos décadas. Su grupo empresarial confirmó la noticia y detalló que Armani llevaba meses recuperándose de una enfermedad que lo mantuvo alejado de los desfiles de junio.
Armani no solo creó una marca de lujo, sino que definió el concepto de “Made in Italy” como sinónimo de elegancia y calidad en el mundo. Exestudiante de medicina, fundó su firma homónima en 1975 y rápidamente conquistó el mercado con piezas como la chaqueta desestructurada, además de jeans, camisas, gafas y zapatos. Su visión convirtió a la moda italiana en un fenómeno global.
Con un estilo caracterizado por la sobriedad y el refinamiento, Armani defendió siempre la independencia de su empresa, rechazando ofertas millonarias de fusiones y adquisiciones en un sector dominado por conglomerados internacionales. Este férreo control lo mantuvo como un referente único en la industria.

La influencia de Armani trascendió pasarelas. En 1982 fue portada de Time con el titular “Giorgio’s Gorgeous Style”, y estrellas como Julia Roberts, Nicole Kidman y Beyoncé lucieron sus diseños en la alfombra roja de los Oscar, consolidando la marca como sinónimo de distinción en Hollywood.
Más allá de las tendencias, Armani dejó una filosofía clara: la moda como herramienta de confianza personal. “Mi ropa puede darle a la gente una mejor imagen de sí misma —que aumente su confianza y felicidad”, dijo en 2006. Un legado que permanecerá como símbolo de estilo atemporal y visión inquebrantable.