Robert Redford, leyenda de Hollywood y figura clave del cine independiente, falleció este 16 de septiembre a los 89 años en su residencia de Sundance, en Utah. De acuerdo con su representante, el actor y director murió mientras dormía, rodeado de sus seres queridos. La familia pidió privacidad en estos momentos, aunque miles de seguidores en todo el mundo ya comienzan a rendirle homenaje.
Nacido en 1936 en Santa Mónica, California, Redford dejó una huella profunda en la industria del cine. No solo brilló como actor en clásicos de los años 60, 70 y 80, sino que también destacó como director y como creador del Festival de Sundance, el escaparate más importante para el cine independiente en Estados Unidos.
Su carrera como director alcanzó la cima con Ordinary People (1980), cinta que le otorgó el Oscar y seis nominaciones más. Como actor, protagonizó películas que se convirtieron en referentes de la cultura popular: Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), The Sting (1973), The Great Gatsby (1974), All the President’s Men (1976), Barefoot in the Park (1967) y Out of Africa (1985).
Más allá de la pantalla, Redford fue un activista comprometido con la defensa del medio ambiente. Participó en foros internacionales como la ONU, donde habló sobre el cambio climático y se presentó como “un actor de profesión, pero un activista por naturaleza”. Su voz y su influencia trascendieron el cine para convertirse en parte del debate global.
En 2018, anunció su retiro definitivo tras más de seis décadas de carrera: “Llevo haciéndolo desde los 21 años… ya es suficiente”, declaró entonces. Hoy, el cine y el arte pierden a uno de sus íconos más grandes, pero su legado —entre clásicos, premios y el impulso al cine independiente— seguirá vivo por generaciones.
