Katy Perry está reconsiderando su participación en el polémico viaje al espacio, luego de la ola de críticas que recibió. Aunque no se arrepiente de haber vivido la experiencia, una fuente cercana reveló que sí lamenta haberlo convertido en un show mediático. Según esta fuente, las reacciones negativas fueron inesperadas y afectaron emocionalmente a toda la tripulación.
Uno de los momentos que más dio de qué hablar fue cuando Perry salió de la cápsula y, en un gesto simbólico, levantó una margarita al cielo, se arrodilló y besó el suelo. Lo que pretendía ser emotivo fue percibido como exagerado por el público, especialmente cuando se comparó con astronautas de la NASA que pasaron meses en el espacio y regresaron con menos ceremonia.

La cantante también fue criticada por su comportamiento dentro de la cápsula, donde aprovechó el viaje para mostrar su lado más performático. Sostuvo una margarita frente a la cámara, cantó “What a Wonderful World” y hasta promocionó su próxima gira, lo que muchos interpretaron como una movida más publicitaria que genuina.
La fuente explicó que ahora Perry ve con otros ojos esos momentos y desearía haber actuado de forma más discreta. A pesar de su entusiasmo inicial, reconoce que el tono del evento pudo haber sido más sobrio, sobre todo ante el contexto global actual.
Este episodio deja claro que, aunque el viaje fue histórico, la línea entre lo inspirador y lo excesivo es muy delgada, especialmente cuando se trata de figuras públicas. Para Perry, la aventura espacial terminó no solo en la atmósfera, sino también en una fuerte reflexión personal.