La Ciudad de México vivió un fin de semana histórico con el regreso de Oasis, después de 17 años de ausencia. Los hermanos Liam y Noel Gallagher dejaron atrás, al menos por dos noches, las tensiones que marcaron su historia y ofrecieron un espectáculo inolvidable en el Estadio GNP Seguros como parte de su gira Live ‘25.
La expectativa era enorme, pues los fans temían que las viejas rivalidades entre los Gallagher opacaran la experiencia. Sin embargo, desde que arrancaron su tour en Cardiff en julio, ambos han mostrado un frente unido, manteniendo la paz en beneficio de los seguidores que esperaban con ansias esta reunión. En México, más de 60 mil personas en cada fecha abarrotaron el recinto, viajando desde distintos puntos del país e incluso del extranjero para ser testigos del esperado reencuentro.
El arranque de la experiencia fue espectacular: un show de drones iluminó la zona de Polanco y Chapultepec con el logo de la banda, mientras cientos de fans acampaban en los alrededores para asegurar un lugar privilegiado. A pesar del caos vial y la saturación en el transporte público, el ánimo no decayó y el público llegó listo para corear cada canción.

Durante los conciertos, Oasis recorrió principalmente sus primeros dos discos, Definitely Maybe y (What’s the Story) Morning Glory?, con clásicos como Supersonic, Live Forever y Stand By Me. El momento cumbre llegó con el encore, cuando el estadio entero retumbó con Wonderwall, Don’t Look Back in Anger y Champagne Supernova, cerrando con un emotivo abrazo entre los Gallagher.
En una postal para recordar, Liam incluso se puso un sombrero charro que le lanzó un fan, desatando la ovación del público mexicano. Sin lluvia que interrumpiera y con un ambiente cargado de nostalgia, Oasis cumplió con dos noches memorables que confirmaron por qué su regreso era uno de los más esperados en la historia reciente del rock.