Este sábado se llevó a cabo la ceremonia de coronación de Carlos III como rey de Inglaterra, en un evento real único en una generación, son la presencia de cientos de invitados de alto perfil dentro de la Abadía de Westminster, así como por decenas de miles de simpatizantes que se reunieron en el centro de Londres a pesar de las condiciones climatológicas.
Si bien Carlos se convirtió en rey tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, en septiembre pasado, la coronación oficial estaba planeada hasta el día de hoy.
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Cabe mencionar que la ceremonia fue por demás religiosa, lo que refleja el hecho de que, además de ser el jefe de estado del Reino Unido y otros 14 países, Charles también es el gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra.
En el momento más significativo del día, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó la corona de San Eduardo de 360 años sobre la cabeza de Carlos. El líder espiritual de la Iglesia Anglicana declaró entonces: “Dios salve al rey”.
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El Rey hizo el Juramento de Coronación y se convirtió en el primer monarca en orar en voz alta en su coronación. En su oración pidió “ser una bendición” para las personas “de toda fe y convicción”.
Una vez que el rey fue coronado, su esposa, la reina Camilla, fue coronada en su propia ceremonia más corta con la corona de la reina María, lo que marca la primera vez en la historia reciente que no se hizo una nueva corona específicamente para esta ocasión.
